Antes
llamaba a mi padre 7 u 8 veces al día porque estaba muy preocupada por si le
pasaba algo.
Con este servicio mi vida ha cambiado, ahora sé en todo momento si
está bien sin tener que molestarlo.
Hasta mis hijos, cuando oyen el sonido, me dicen "el abuelo ya se ha dormido", o "el abuelo ya ha vuelto".
Me da muchísima tranquilidad.